El coronel Assimi Goïta, líder de la junta que tomó el poder en Mali en agosto de 2020, ha tardado en implementar la transición prometida a un gobierno civil. Ahora, bajo sanciones internacionales, el país se ha visto afectado por la fiebre nacionalista y panafricanista por varias semanas. Las relaciones con Francia, que ha desplegado a miles de soldados durante casi diez años como parte de una fuerza antiyihadista, son tensas. Hasta el punto de que la junta expulsó al embajador francés de Mali.